Nombre: El escritor de anuncios
Autor/a: Miguel Ángel Furones
Saga: -
Traductor/a: -
Editorial: Suma de letras
Nº Páginas: 362
Sinopsis: Javier juega con las palabras. Las estira, las dosifica, las vapulea y las combina con la naturalidad de quien tiene un don para ello. Es publicista.
En su agencia también trabaja Sara. A Sara le gusta sentirse cercada por las frases encadenadas de Javier, por sus travesuras sintácticas, por sus brillantes ideas envueltas para regalo.
Sara y Javier inician una relación sexual que termina siendo sentimental. Al mismo tiempo Javier comienza su subida al parnaso, su ascenso meteórico a lo más alto de una carrera que lo es todo para él. Un joven publicista de gran éxito, con todo lo que ello conlleva.
Javier es un creativo excelente, esto se debe a su inusual don: juntar palabras. Gracias a su don con la retórica la carrera de este peculiar creativo aumenta a pasos agigantados, llevándole por senderos en los que esta joven promesa de la publicidad no hubiera pensado alcanzar.
La historia nos introduce de lleno en el mundo de la publicidad, en concreto en la vida de un creativo llamado Javier. Éste, a pesar de no tener preparación ni estudio alguno sobre el mundo publicitario prospera muy rápido debido a ese don que tiene con las palabras. Todo ello le lleva a Javier a convertirse muy rápido en lo que siempre quiso ser, aunque eso signifique abandonar lo que le gusta hacer: juntar palabras.
En cuanto a los personajes, Javier se presenta como un hombre sencillo que solo quiere alejarse de lo que en un día fue: una persona de clase media. Para ello quiere ascender por un mundo que él adora y del que se enamora rápidamente. Su llegada al mundo publicitario fue mera casualidad, pero muy bien recibida. En un principio nos encontramos con un Javier risueño, amante de las palabras y de lo que estas significan para luego encontrarnos con un Javier perdido en un mundo que apenas parece el que un día amó, pero que él considera que es lo que siempre deseó. Esto me hace replantear la idea de lo que una persona es, en lo que se quiere convertir y en lo que finalmente acaba. Las personas cambian, Javier cambió y, pese a llegar a decir que ese no era su mundo no llega a recular en su decisión; lo que me lleva a pensar en el conformismo en el que él se ampara para dar justificación a sus decisiones.
En cuanto a Sara, ella es una mujer de buena cuna que quiso romper con las normas impuestas por un mundo frívolo como era el suyo y por ello decide alejarse de este mismo y meterse de lleno en la publicidad. Para ella Javier es sólo un amigo con quien charlar sobre las palabras, pero que poco a poco se hace ver el deseo que el uno manifiesta por el otro. A mi entender Sara pretende parecer una mujer alejada de sus orígenes, pero que en realidad sólo es una ligera capa de carbón que cubre el diamante. Ella hace ver que no le importa el origen humilde de Javier, pero hasta que no lo ha explotado, pulido y abrillantado no se queda a gusto. Además planea una vida con él sin tenerle a él en cuenta, cosa que me lleva a pensar que para ella no es más que un adorno que queda bonito en la casa y que, sino estuviera bien adornado, no quedaría bien en la vida que ella tenía planeada. No digo que, en un principio ella no tuviera un verdadera interés por Javier, pero creo que, de no ser por sus logros, nunca hubiera acabado con él.
Para hablar de Ángela creo que habría que utilizar la expresión que Javier le da en un primer momento: “Abrahel”. Ella es una especie de escape del mundo que Javier se ha creado, la oscuridad entre tanto brillo. Creo que para Javier ella significa que su mundo no ha cambiado tanto, que sigue siendo la misma persona, el mismo escritor de anuncios al que le encanta juntar palabras.
Es muy interesante como el autor presenta las palabras, para él son elementos que se deben juntar y que tienen vida propia. No sólo son los significados de las cosas, sino que se mueven, crecen, evolucionan hasta tomar forma y llegar a nosotros. Todo ello lo mezcla con un mundo tan peculiar como él de la publicidad, en concreto la creatividad publicitaria.
Este libro te hace ver que las personas cambian y tienen que tomar decisiones. Como te tienes que adaptar ante los momentos que te ofrece al vida. También es una clara advertencia de que el talento hay que trabajarlo, de que no puedes juntar palabras si haces que estas desaparezcan de tu vida y de cómo el conformismo no es la justificación de las decisiones que tomamos.
Esta novela es una pequeña ventana al mundo de la publicidad. Aunque en algunos momentos pueda ser rutinaria, su buena narrativa, clara y rítmica, hace que quieras entrar de lleno en el mundo de Javier y en los pormenores de su vida.
“El escritor de anuncios” es una obra dedicada a todos aquellos a los que les gustan las letras y, especialmente, "juntar palabras".
